[Priv Daniel] Hombre o mujer! apuestas!

-Scheisse!- gritaba por los pasillos el prusiano, corriendo corriendo, como alma que se la lleva el viento, es que tenía una gran urgencia... se le había ocurrido tomarse una cerveza a la hora de almuerzo esa "única" terminó siendo "unas cuantas" y ahora estaban haciendo efecto en su organismo, ¿qué pasó? - me meo! - gimoteo por lo bajo corriendo y empujando a la gente por los pasillos.

Todo ocurrió cuando estaba en el Ala norte del recinto, no hacía nada en especial, solo leía un libro sentado en el suelo cerca de los baños de aquél sitio, entonces todo comenzó a ocurrir, por lo que se puso de pie guardando sus cosas en el bolso para ir al baño y que nadie le robara nada /es muy desconfiado/ pero entonces descubrió la triste realidad...¡a todos se les había ocurrido ir al baño a la misma hora... y había cola, de todos modos ¡no se rendiría!, así que hizo la fila.

-puta fila!, puta fila!- gruñó llegando a el ala sur, descubriendo que mágicamente había poca gente en el lugar, casi llorando de la felicidad pero inmediatamente yendo a liberar aquello que le había dado tanto problema.

Esa era su historia ¿Cuánto estuvo?, 30 minutos?... aparentemente si... el punto es que le llevó buen tiempo corriendo también -ahh~ tan bien que se sienta mear -soltó con tonito sugerente tirando la cabeza hacia atrás en una expresión "angelical" según él, y una mirada soñadora- a partir de hoy este será mi orinal- declaró hablando solo.

Mientras terminaba de escribir su nueva historia con tintes algo yaois para luego subirla al internet, volvió a darle otro sorbo a su refresco de naranja, ya era el 5 que se tomaba en tan solo un rato y al parecer ya estaba comenzando a hacer efecto tanto liquido, aquella molesta presión en su vejiga le advertía que ya debía correr o se haría ahí mismo.

Al llegar a unos baños noto que al parecer no había sido el único que había ingerido demasiado liquido, maldijo mentalmente pero se puso a hacer la fila esperando aguantar tanto rato. Sin embargo a los 5 minutos comenzó a dar unos pequeños saltitos como si eso ayudara a detener las ganas de orinar. Ya no podía aguantar, recordó que habían otros baños y corriendo fue a estos, entro y se metió en una de las casillas para poder estar tranquilo y así descargarse.

Luego tiro la cadena y tomando su bolso salio a lavar sus manos como era debido. Mientras caminaba al lavamanos noto de inmediato a un chico albino orinado de lo mas feliz, la cara de este le hacia mucha gracia, parecía que también había estado apunto de mearse encima, era la única explicación a tanta felicidad. Dejo su bolso a un lado y comenzó a lavar sus manos mirando de reojo al chico, reprimía la risa que le daba este, no sabia si era necesaria tanta felicidad por mear, pero si sabia lo aliviante que era eso.

No pasó mucho tiempo para que dejara de soltar "todo" lo que tenía que soltar, entonces la cara de felicidad no se borró de su rostro, claro que no, su rostro seguía demostrando una inmensa felicidad, es que no todos los días se podía disfrutar tanto de un momento así.

Por supuesto luego de aquel momento de enorme satisfacción se dirigió a lavarse las manos entonces se percató que había alguien más allí, parecía estar feliz también. pero en realidad no le interesaba como se sintiera el otro, con su felicidad le bastaba.

-kesesesese hey! -saludó como si fueran conocidos de toda la vida, colocándose a su lado y abriendo el grifo del agua para comenzar con le segundo ritual del día- ahhh mear es como liberar todas las tensiones de un mes, muy genial, kesesese- comentó al aire intentando iniciar una conversación sobre el tema de conversación más apto dentro de un baño: orinar.